jueves, 24 de febrero de 2011

Corrido Revolucion Mexicana

AQUILES SERDÁN
Laureles de Gloria al Mártir
de la Democracia

Autor: Marciano Silva.

Hijos de Puebla, de rodillas ofrecedles
un homenaje con el más crecido afán,
a los obreros y estudiantes que como héroes
llenos de gloria sucumbieron con Serdán.
Hagan recuerdos del 18 de Noviembre,
año por gracia de mil novecientos diez
cuando con sangre se escribió en páginas breves
una epopeya muy gloriosa en honra y prez.
Cuando Madero bajó a hacer su propaganda,
se adhirió en Puebla mucha gente a su favor,
los que sinceros exigían en su demanda
otro gobierno que no fuera el dictador.
Varios obreros y estudiantes se afiliaron
al candidato con el más crecido afán,
y como jefe del partido designaron
al invencible señor Aquiles Serdán.
Mucio Martínez cuando tuvo la noticia
hizo sobre ellos una cruel persecución,
porque el gobierno clerical y porfirista
había triunfado en su burlesca reelección.
El día 18 al nacer el nuevo día,
Miguel Cabrera con una órden imperial
llegó a la casa de Serdán y le exigía
que se le abriera, pues traís orden de entrar.
Carmen Serdán al oir las amenazas
abrió la puerta, más la entrada le negó,
y entonces él como un esbirro del Tetrarca
sin respetar el bello sexo la golpeó.
En ese instante salió Aquiles iracundo,
y al darse cuenta que a su hermana malatrataba
le pegó un tiro, y a Fregoso su segundo
preso en un cuarto ordenó que se dejara.
Pocos minutos después de aquella escena
llegaron tropas federales y gendarmes
para entrar en aquella casa tan famosa
donde se hallaba un conjunto de Titanes.
Quince patriotas mexicanos se aprestaban
para luchar contra dos mil ¡oh que heroismo!
los que en la lucha desigual no se fijaban
ni los llenaba de pavor su cruel destino.
En un balcón hacia la calle apareció
Carmen Serdán portando un rifle con firmeza,
la que ante un grupo de curiosos se expresó
de esta manera, con un acto de nobleza.
¡Vengan esclavos a pelear su libertad
que aquí en la casa tengo parque y carabinas,
sublime herencia que a sus hijos dejarán
de bienestar, no de baldón ni de ignominia!
Diciendo esto, y haciendo el primer disparo,
y abriose el fuego sobre aquel bello edificio,
tomando luego las alturas los sicarios
para poder bien dominarlos a toditos.
La primer víctima fue Máximo Serdán,
y así siguieron sucumbiendo uno por uno,
hasta que el fuego extinguióse, porque a par
de los patriotas no quedaban ya ninguno.
Al penetrar la soldadesca a aquella casa
solo encontraron los despojos inmortales
que sucumbieron en defensa de una causa
como esforzados y valientes liberales.
Luego pusieron una estrecha vigilancia,
y un gendarme cerca ya de la oración,
vió una figura y disparole sin tardanza,
sin ver quien era quiso hacer la ejecución.
Era Serdán, el bravo Aquiles, que salía
de su escondite buscando una salvación,
era un apostol que más tarde se uniría
a su partido contra su reelección.
Salud, obreros y esforzados estudiantes,
que en unión del bravo Aquiles sucumbieron,
como coplero permitidme que les cante
esta epopeya donde de gloria se cubrieron.
Duerman en paz en sus tumbas silenciosas,
caros ehrmanos, estudiantes y obreros
glorificados como Ignacio Zaragoza
y ensalzados por un hijo de Morelos.
Carmen Serdán que igual a Leona Vicario
te hiciste grande por tu arrojo sin igual,
a tí vendrán llenas de lauros y de hinojos
las mexicanas vuestro nombre a venerar.

Paisajes de La Revolucion Mexicana


















Mapa de La Revolucion Mexicana



La Arquitectura de Mexico

La arquitectura contemporánea en México. El estallamiento de la justa revolucionaria, dos meses después de las fiestas de celebración del Centenario de la Independencia, no solamente dio término al período porfirista de gobierno, sino que obligó a abrir un paréntesis en la actividad arquitectónica del país. El Teatro Nacional y el Palacio del Congreso - impugnado este último por el Arq. Antonio Rivas Mercado -, últimas muestras del eclecticismo historicista del período, quedaron inconclusos.







 







No es sino hasta quince años después, al iniciarse el proceso de recuperación del país, cuando las manifestaciones correspondientes al período de transición se reflejan en la obra de Obregón Santacilia y Francisco Serrano, entre otros, para evolucionar después, a través del nacionalismo y el geometricismo deco, hacia el modernismo racionalista impulsado por José Villagrán García y sus alumnos Enrique del Moral, Juan Legarreta, Juan O´Gorman, Augusto Pérez Palacios, Enrique Yáñez y Antonio Muñoz. Villagrán sobresale por la influencia, no solamente de su obra, sino de su ideología, sobre muchas generaciones de arquitectos posteriores a los ya mencionados. Desde joven y recién egresado de la escuela de arquitectura compartió su ejercicio profesional con la docencia, lo que le mantuvo cerca de la información y actualizado.

  
 
Fue de los primeros en enterase de los cambios que comenzaron a producirse y las ideas que los animaban en la arquitectura europea al término de la Primera Guerra Mundial. En sus primeras obras racionalistas se perciben influencias de Le Corbusier, Gropius y otros; reinterpretándolas con acentos propios. Después de un breve periodo de asociación con el Arq. Carlos Obregón Santacilia, Villagrán proyectó varios edificios para la salud como el Instituto de Higiene y Granja Sanitaria, en Popotla (1925) y el Hospital para Tuberculosos en Huipulco (1929). La propuesta de una Revolución Mexicana institucionalizada como un elemento de promoción cultural, política y social, tanto al interior como al exterior del país, manifestada en el movimiento del muralismo y en la pintura y escultura nacionalistas; e integrada desde el principio al nuevo quehacer arquitectónico por Obregón Santacilia y Villagrán García, desembocó en un movimiento de integración plástica que dotó al racionalismo nacional de una fuerte influencia que pervivió aún al surgimiento del funcionalismo, cuya "inauguración" a nivel nacional se señala por el proyecto y construcción de la Ciudad Universitaria, amplio proyecto coordinado por Mario Pani y Enrique del Moral, y en el cual intervienen mas de un centenar de arquitectos.


SINOPSIS

La arquitectura de la revolución mexicana responde a su tiempo a través de la recreación de los signos identificados con la historia real, el imaginario de época de guerra y las reivindicaciones sociales, reconstruye el pasado reciente (no escapa el pasado remoto) y promete el futuro luminoso, se constituye en símbolos y se erige en emblemas dentro del afán de crear torreones culturales ligados entre sí para configurar determinadas formas en el espacio urbano. Es arquitectura con significados más o menos coherentes y referidos a la misma matriz ideológica reivindicativa plasmada con intenciones retóricas, no sólo manifiestos en el uso de los espacios, sino también, y sobre todo , en formas dirigidas a comunicar mensajes, a reiterar con aire renovando la "toma" de cada lugar, la conquista explícita del entorno, cuya transformación legítima se da tramo a tramo, la expansión interminable del poder materializado de un estado voraz.
Cada hecho arquitectónico es en este contexto un punto de avance y defensa coordinado por estrategias de ocupación del gran tablero del territorio y la ciudad, donde nunca faltan vacilaciones, retrocesos, caos, o saltos audaces, pero todo remite al "origen": la revolución fundadora. Combinada con la pintura del muralismo, la escultura celebratoria y el urbanismo, la arquitectura se integra en un texto complejo, es resultado temporal de normas, claves y códigos enlazadores de emisores y destinatarios, es la narrativa peculiar d la vida en la ciudad basada en la modernidad sedienta de progreso.